El Gobierno incluyó en la reforma tributaria radicada en el Congreso un capítulo dedicado a los impuestos verdes. En este se establece la tarifa para cada uno dependiendo de la cantidad de CO2 que produzca su uso. En el caso de la gasolina se decidió plantear una tarifa de $ 135 por cada galón. 

El impuesto al carbono es un gravamen que recae sobre el contenido de carbono de todos los combustibles fósiles, incluyendo todos los derivados de petróleo que sean usados con fines energéticos. 

Dentro de la reforma presentada por el Ejecutivo, se señala que el hecho generador del impuesto al carbono es la venta, retiro, importación para el consumo propio o importación para la venta de combustibles fósiles y se causaría en una sola etapa respecto del hecho generador que ocurra primero. 

Tratándose de derivados de petróleo, el impuesto se causa en las ventas efectuadas por los productores, en la fecha de emisión de la factura; en los retiros para consumo de los productores, en la fecha del retiro; en las importaciones, en la fecha en que se nacionalice el derivado de petróleo.

Explica el documento presentado por el Ministerio de Hacienda que el impuesto al carbono tendrá una tarifa específica considerando el factor de emisión de dióxido de carbono (CO2) para cada combustible determinado, expresado en unidad de volumen (kilogramo de CO2) por unidad energética (Terajouls) de acuerdo con el volumen o peso del combustible. La tarifa corresponderá $ 15.000 por tonelada de CO2. 

Dado que cada uno de los combustibles registra diferentes niveles de emisiones de CO2,el documento especifica la tarifa para cada uno por unidad. En el caso de gas licuado de petróleo, la tarifa por galón sería de $ 95; para la gasolina, de $135; el kerosene y jet fuel, $148; el Acpm, de $152; en tanto que el del fuel oil, sería de $177.

Aclara el proyecto que el alcohol carburante con destino a la mezcla con gasolina para los vehículos automotores y el biocombustible de origen vegetal o animal de producción nacional con destino a la mezcla con Acpm para uso en motores diésel, no están sujetos al impuesto al carbono. Así mismo, el documento señala que el gravamen sería deducible del impuesto sobre la renta como mayor valor del costo del bien.

De otra parte, la propuesta de reforma dice que la tarifa por tonelada de CO2 se ajustará cada primero de febrero con la inflación del año anterior más un punto hasta que sea equivalente a una UVT por tonelada. En consecuencia los valores por unidad de combustible crecerían a la misma tasa.

En el texto que fue entregado al Congreso se plantea crear una contribución parafiscal al combustible para financiar el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc).



MODERNIZACIÓN DE LA DIAN


Dentro de los seis meses siguientes a la entrada en vigencia de la reforma tributaria, el Director General de Impuestos y Aduanas Nacionales presentará para aprobación del Consejo Nacional de Política Económica y Social -Conpes- el plan de modernización tecnológica de la Dian, para ser ejecutado en los próximos cincos años.

 

En la ley del Presupuesto General de la Nación de las vigencias fiscales correspondientes se apropiarán los recursos de inversión adicionales para su financiación.

Parte esencial de la reforma es el robustecimiento de la entidad para que a partir de ella se realicen mejores y más contundentes esfuerzos para combatir la evasión de impuestos.

De acuerdo con el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, en la actualidad se tiene estimado que la evasión en el país representa aproximadamente el 3% o 4% del PIB.