Asumir un nuevo cargo no es una tarea fácil, menos si es para dirigir un grupo y adquirir nuevas tareas y retos, respondiendo a una línea de crecimiento de la empresa, acompañada de cambios y empeños que deben redundar en la proyección de las organizaciones.

Además, como lo explica Sofía Said, Associate Consultant de Hays, firma especializada en selección de personal de alto nivel, cada vez más, las compañías solicitan que les ubiquen perfiles con competencias de liderazgo y desarrollo, pero que sean profesionales jóvenes.
 

La exigencia apunta a temas de internacionalización y competitividad, en un ejercicio de “renovación del talento, con personas que encuentren nuevas formas de acceder a los mercados y también porque su edad les permite contar con el tiempo para que las organizaciones los formen dentro de sus culturas e intereses”, sostiene Said.

De pares a líder
 

Es importante que el nuevo jefe sepa que si ha sido promovido es porque las directivas o sus cabezas han visto en él un potencial profesional y humano que le hace merecedor del cargo. Hay que entender que, en algunos casos, el nuevo jefe pasará de ser parte de un grupo de pares a ser guía de quienes eran sus compañeros.
 

“Ese reconocimiento, aunque da, en primer lugar, temor, debe ser un factor motivador, ya que si otros vieron esas habilidades, hay que creérselas y convertir esa confianza que han tenido en uno en un bálsamo para sí mismo.
 

“Hay que entender que la responsabilidad que se tenía sobre algo más práctico, del día a día, ahora se vuelve estratégico y redunda no solo en función de las tareas, sino del desarrollo”, indica Luisa Fernanda Rocha, gerente de Advisory, E&Y Colombia.
 

Por otra parte, al momento de ser elegido, hay que reorganizar el mapa de trabajo y pensar que los objetivos ya no son individuales, sino colaborativos. La consecución de las metas propuestas por la organización depende de la respuesta del equipo que, aunque se conozca, el jefe debe identificar las fortalezas de cada uno para delegar tareas puntuales, según las capacidades de cada quien.
 

Diez reglas de oro que le servirán para asumir, dar resultados y seguir escalando
 

No existe un plan a seguir ni una estrategia puntual de éxito al inciar la carrera de liderazgo y direción empresarial, pero sí hay una serie de consejos prácticos que pueden servirle en el camino. Además, no olvide que hay que tener confianza en las propias capacidades.
 

– Acepte que aún tiene mucho que aprender: ha trabajado duro y tiene amplia experiencia, pero igual necesita aprender de otros, incluyendo de su equipo.
 

– Comuníquese claramente: mantenga siempre a su equipo bien informado sobre las metas de los proyectos; prioridades y asuntos importantes.
 

– Dé un buen ejemplo: exíjase siempre el mismo nivel de profesionalismo y dedicación en el trabajo que espera demuestren los demás.
 

– Estimule la retroalimentación: informe a su equipo que está dispuesto a escuchar sus ideas y ayude a solucionar cualquier problema.
 

– Ofrezca reconocimiento: construya la confianza de su equipo, reconociendo públicamente sus esfuerzos y logros alcanzados.
 

– Sea decisivo: la gente se siente incómoda con líderes que cambian de parecer constantemente. Los líderes de calidad toman decisiones y se mantienen en ellas.
 

– Ayude a su equipo a ver el panorama: involúcrelos, explicándoles cómo sus proyectos encajan en las metas más grandes y los objetivos generales de la empresa.
 

– Cree un ambiente de aprendizaje constante y desarrollo (e inclúyase en el proceso): permita al equipo cometer y aprender de sus propios errores.
 

– Proporcione orientación profesional: esté disponible para el equipo y muestre interés en su desarrollo profesional dentro de la compañía.
 

– Sea paciente con usted mismo: desarrollar habilidades gerenciales fuertes toma tiempo; busque orientación de sus colegas cuando la necesite.

Tomado de:portafolio.co