Diez de cada 100 bumangueses es pobre, mientras que uno de cada 100 vive en condiciones de pobreza extrema. Eso es lo que dice el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, que reveló ayer las cifras de pobreza en Colombia durante 2012.

De acuerdo con el informe, en 2010 el índice de pobreza en el país era de 37,2% y bajó a 32,7 en 2012, es decir, cerca de 1,7 millones de personas en Colombia salieron de la pobreza.

Según el informe, los indicadores muestran la caída más acentuada del índice de pobreza en la historiacolombiana. La pobreza extrema también se redujo, pues pasó de 12,3% a 10,4% en el mismo lapso.

La investigación, que esta vez se desarrolló con una nueva metodología, señaló que en ese mismo periodo la pobreza extrema rural pasó de 25% a 22,8%.

Con las anteriores cifras Colombia fue el segundo país en reducción de la pobreza en América Latina, y el segundo entre 48 países de todo el mundo que más redujo el índice de Gini.

Igualmente el país pasó de ocupar el sexto puesto con la peor distribución del ingreso en el mundo al puesto diecinueve. Y en América Latina pasó del tercero al séptimo lugar.

Para Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, las cifras reveladas por el Dane son altamente satisfactorias por cuanto evidencian avances en materia de pobreza y desigualdad. Según el economista e investigador, en los últimos años Colombia se había alejado de sus pares de América Latina, mostrando niveles de desigualdad que no reflejaban la realidad nacional.

 

El caso Bucaramanga

 

Según las cifras del Dane, en 2012, la ciudad con mayor incidencia de pobreza y pobreza extrema es Montería con 36,9% y 6,3% respectivamente, mientras que la ciudad con menor pobreza fue Bucaramanga con 10,4% y 1,2% respectivamente.

 

La ciudad con mayor desi-gualdad de ingresos es Cali con 0,515 y las de menor desigualdad son Bucaramanga y Cúcuta con 0,432 y 0,446 respectivamente.

 

Los datos reiteran lo que vienen señalando otros indicadores nacionales, que dejan a la ciudad con las menores tasas de desempleo y con una dinámica de crecimiento económico muy fuerte, superando incluso la media de algunas capitales de mayor peso como Cali y Medellín.

 

De acuerdo con Leonardo Villar, Santander y su capital han tenido un crecimiento vertiginoso en los últimos años gracias al trabajo en equipo de las administraciones locales y el respaldo del sector privado.

 

“Aunque no conozco al detalle lo que está pasando en Santander, es claro que este caso se puede estudiar para replicarlo en otras regiones del país”, dijo el director de Fedesarrollo.

 

La decana de la Facultad de Economía de la Universidad Santo Tomás de Bucaramanga, Carmen Elisa Teherán Barajas, también celebró el indicador impulsado por el buen momento que tienen sectores como el de construcción, infraestructura vial, comercio y servicios. “Esta región se caracteriza porque además del empleo formal predomina el llamado ‘rebusque’ por lo que si se indaga por la pobreza va a ser baja la incidencia; la gente busca de qué vivir siempre”, indicó.

 

Sin embargo, advirtió que

 

se deben generar sinergias a futuro para que otro tipo de sectores cuya generación de empleo no sea transitoria se sumen a la economía regional, como el agroindustrial y el de salud.

 

LA VOZ DEL EXPERTO

 

John Alexis Díaz Contreras, director encargado del programa de Economía de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab.

 

“Bucaramanga se caracteriza porque los focos de pobreza están ubicados en zonas apartadas de la meseta de la ciudad. Una persona que por primera vez llega la impresión que se lleva es que es una ciudad muy próspera por los niveles de inversión tanto pública como privada que se están dando con unos indicadores económicos bastante buenos con respecto a otras ciudades.

 

Dentro de estos indicadores está por ejemplo el de empleo. Sin embargo, persiste la discusión con el Dane sobre el empleo informal puede llegar a pasar por empleo, que no es un indicador alentador.

 

Lo ideal es que si la cifra de de-sempleo ha llegado a un dígito y el de la pobreza también. Sin embargo, vemos que Bucaramanga pese a su dinámica económica es una ciudad que no ha podido consolidar grandes industrias y que los sectores de servicios y comercio predominan con unos niveles de salarios que no son tan altos para que más familias puedan salir de la pobreza. Hay muchas tareas por hacer, pero las cifras entregadas por el Dane son muy alentadoras”.

 

Tomado de: vanguardia.com