¿Recuerda cuándo fue la última vez que llegó a una oficina asumiendo el rol del nuevo o nueva en el trabajo? Seguro ese primer día estuvo acompañado de ansiedad y muchas expectativas.
 

Empezar en un nuevo trabajo trae no solo nuevos retos desde el campo profesional. Socializar, encajar con el equipo de trabajo y con el jefe también hacen parte de ese gran paso.
 

¿Cómo lo recibieron los hombres? ¿Cómo fue la aceptación de las mujeres de la oficina? ¿Influyó el tipo de cargo al que llegaba?
 

Y ahora, que no es el nuevo, ¿cómo recibe a sus nuevos compañeros?
 

Expertos en el área organizacional explican que sí existe una diferencia por géneros. Al parecer las mujeres evalúan otras cosas a simple vista que los hombres no hacen.
 

El ambiente ideal
 

Nada como llegar a su oficina y contar con un excelente ambiente laboral. Los resultados serán satisfactorios a la hora de trabajar en equipo. Se logrará un verdadero engranaje. La idea es que todos estén avanzando hacia una misma meta. 

Tal y como lo explica la psicóloga organizacional Marcela Calleja, “en las empresas, tanto los procesos como los funcionarios trabajan adecuadamente porque existe una satisfacción y agrado por cumplir con sus funciones establecidas. Si no hay lugar para malos entendidos y existe un buen trabajo en equipo, estos elementos se tornan cruciales para el crecimiento tanto de la empresa como de quienes laboran en la misma”. 

Lo principal entre los funcionarios, según explica la profesional Callejas, es la comunicación, cooperación, respeto y motivación al cumplimiento de los objetivos establecidos y ante todo a un buen manejo de relaciones inter e intra-personales. 

La forma en que recibe 

un hombre a otro hombre 

en su lugar de trabajo 

Su actitud es mucho más relajada respecto al nuevo compañero que ingresa a la oficina. 

Solo evalúe su oficina. ¿Cómo ha sido el recibimiento de un hombre que llega a ocupar un nuevo cargo? 

“Los hombres entre ellos mismos buscan encontrar una persona amable, establecen relaciones de afinidades o gustos, ya sean deportivas; incluso con el tiempo se hacen cómplices de conquistas. No se interesan mucho en la forma de vestir de otro hombre”, explica la psicóloga Marcela Callejas. 

Y si el cargo de ese hombre es más alto, ¿cómo lo abordan? Se convierte en un reto aspiracional. 

La forma en que un hombre recibe a una mujer en su lugar de trabajo 

En el caso de los hombres, por su misma personalidad, tienden a ser muy amables con la mujer. Por supuesto, físicamente evalúan a su nueva compañera de trabajo, pero no por el factor belleza, limitan su ayuda. Por lo general están listos para brindar cualquier asesoría, incluso para invitarla a almorzar y para ofrecerse sin ningún tipo de reparos. 

Lo anterior, tal y como explica la psicóloga Marcela Callejas, encaja con ese concepto de practicidad. Por supuesto, si les parece atractiva, se mostrarán mucho más amables y diligentes a cualquiera de sus sugerencias. El buen humor es su gran arma. 

Una mujer con la 

llegada de otra mujer 

a su lugar de trabajo 

¿Cuál es su posición? ¿Qué le pasa por la mente cuando una mujer llega a ocupar un cargo en su lugar de trabajo? 

Quizá la mire de arriba abajo, quizá se pregunte qué edad tiene, a qué puesto llega, cuál será su salario, su estado civil y demás. 

Su curiosidad se despierta. 

Precisamente, la psicóloga organizacional, Marcela Callejas, explica que “las mujeres tienden a ver a su propio género como competencia”. 

Pero al hablar de competencia, enfatiza que esta va más allá de la parte laboral, pues involucra lo social. 

“La mujer se concentra en la forma de vestir de ella, incluso en la misma belleza. Además de evaluar si es más bonita o menos bonita, se concentra también en el cargo al que llega, pues esto también influye en la forma como la vamos a recibir”. 

Respecto al cargo, explica Callejas que de ser superior, la expectativa de nuestro desempeño laboral será más alta. Pero si llega con un cargo inferior o igual, no habría atención en cada uno de sus movimientos. 

La forma en que recibe 

una mujer a un hombre 

en su lugar de trabajo 

Si es mujer, pregúntese ¿cómo recibió a su último compañero de trabajo? 

Sin importar si era guapo o no, ¿lo recibió con una gran sonrisa, fue amable, le ofreció una actitud afable ante cualquier inquietud que pudiera tener? ¿Su tono de voz siempre fue cordial? ¿Al encontrárselo en los pasillos le preguntaba por su día, por su acoplamiento al trabajo? ¿Lo invitó a un café para que se sintiera cómodo, incluso lo vinculó en su grupo de almuerzo? 

Esa debería ser la actitud con el nuevo compañero y la nueva compañera, sin poner ningún tipo de barreras, más que su profesionalismo y cordialidad. 

En el caso de las mujeres, a la hora de recibir a los hombres, explica la profesional Marcela Callejas, “cuando se trata de un hombre, las cosas cambian en gran manera, porque en ese momento sale a relucir nuestro instinto conquistador por decirlo de esa manera. Somos más serviciales en cuanto podamos ir ganando confianza con la persona. Incluso si hay un tipo de atracción o a la mujer le parece guapo, empezará a vestirse mucho mejor y buscará espacios para poder compartir con esa nueva persona”. 

Lo que genera un mal ambiente 

1. Los prejuicios: No permita que los prejuicios que usted posee le ganen. ¿Qué importa el estado civil de su nuevo(a) compañero(a) de trabajo? Recuerde que usted llega a su trabajo a desempeñarse profesionalmente. La vida privada suya y del otro debe quedar fuera de la oficina. 

2. Otro de los prejuicios tiene que ver con la belleza.¿Más bella? ¿Menos bella? Eso es totalmente ajeno a lo profesional.

tomado de:vanguardia.com