Se habla de un sector que ya cuenta con recursos colocados por $7,11 billones entre sus socios.

Para entender el sector cooperativo hay que diferenciar dos tipos de compañías. Por un lado, están las registradas ante la Superintendencia de la Economía Solidaria que suman un total de 186 cooperativas de ahorro y crédito que están autorizadas solo para captar recursos de sus socios. El segundo grupo son las seis cooperativas financieras, vigiladas por la Superintendencia Financiera de Colombia que tienen permitido tomar recursos del público en general.

Con esto claro, el modelo de negocio se constituye gracias al asocio de diversos miembros a los que ofrece servicios financieros. Es por esto que para ser usuario de una de estas firmas, se debe ser socio mediante el aporte de un capital y con eso, pasaría a tener derecho a tanto a los servicios de la entidad, como control e incluso administración de la misma.

Y es precisamente esa característica la que le da ciertas ventajas competitivas a estas compañías. Como destacó Hernando Porras, presidente de Asoriesgo, “al conocer a la persona, el acceso es mucho más fácil e incluso no tiene limitaciones si está reportado en las centrales de riesgo, lo que le abre un campo grande frente a los bancos”.

Pero esa no es la única ventaja. De acuerdo con Clemencia Dupont, presidenta ejecutiva de Confecoop, el diferenciador son los beneficios. “Muchas cooperativas ofrecen beneficios como la exención del 4×1.000, distintos cursos de educación o incluso seguros de deudores o funerarios que se convierten en un valor agregado para el usuario”.

Por el otro lado, los expertos también destacan algunos puntos en los que se debe fijar. Según Porras, el principal punto negativo es el costo de apalancarse. “Cuando le prestan un dinero, el interés de esa deuda se cuenta sobre el monto total y no tiene en cuenta el aporte realizado, por lo que el costo es mayor”.


Una cartera de $7,11 billones

A pesar de que las cooperativas de ahorro y crédito en Colombia no cuentan con una imagen muy extendida en el país, según las cifras de la Supersolidaria al primer semestre del año, el total de estas entidades sumaban una cartera bruta de $7,11 billones, con un crecimiento de 12,11%.

En este sentido, 77,39% del total de la cartera estaría concentrado en el segmento de consumo, mientras que el comercial tendría 9,79%, microcrédito 7,78% y vivienda 5,05%.

Este comportamiento se debe al destino que se le da a la financiación de estas compañías. Tal como afirmó el presidente de Asoriesgo, “los créditos que se toman de las cooperativas suelen ser de consumo, a corto plazo y por montos pequeños, destinados principalmente a pagar educación o adquisiciones que no sean grandes montos”.

Esto lo confirma Coonfecoop, ya que según sus estimaciones, el monto en promedio que registra el sector está en $5 millones. De igual manera, los activos del sector cooperativo ascienden a $8,45 billones, registrando un crecimiento de 12,13% anual. En cuanto a la distribución, 80,70% corresponden a la cartera de créditos.

Por otro lado, un indicador a destacar es el buen comportamiento de la cartera y por lo tanto, la baja participación de las colocaciones en mora. Como aseveró Dupont, “vemos una tendencia muy buena en la cartera de estas entidades, con niveles vencidos por debajo de los que presenta la banca tradicional”.

Esto, según la directiva se debe a dos razones. Primero, el hecho de que los mismos clientes sean ‘dueños’ de la entidad, hace que tengan más responsabilidad con los pagos; segundo, la alta proporción en prestamos de libranza, los cuales se descuentan directamente de la nómina, dan una mayor seguridad.

Pero como todo los sectores, este tiene sus propias críticas. La principal de estas es la regulación, donde algunos consideran que estas compañías no cuentan con una regulación tan fuerte como la que emite la Superfinanciera y por eso, se pueden presentar problemas como cambios repentinos en las tasas de interés o fallas en la atención de quejas a los usuarios.

Sin embargo, desde el sector se asegura que la situación es distinta. Según la presidenta de Confecoop, “las 186 entidades tienen una regulación similar al resto de entidades, donde cumplen con ciertos estándares y cuentan con autorizaciones para operar o niveles de capital y solvencia”.

El problema son las compañías denominadas de aporte y crédito, que actúan como cooperativa sin serlo y según Dupont, son los que dañan la imagen.

Al organizar las cooperativas por activos, la más grande es la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Santander, que cuenta con activos por $820.155 millones, seguida por Cooperativa del Magisterio, con $493.898 millones y la Caja Cooperativa Petrolera, que suma $308.028 millones.

Así las cosas, el sector de las cooperativas de ahorro y crédito es otra opción financiera que mediante la oferta de beneficios y mayores facilidades en la otorgación, está en la lista de las herramientas para obtener un crédito. Eso sí, recuerde que debe ser parte de la organización.


Antioquia es la región con más cooperativas

Diferente a lo que se podría pensarse, el informe de la agencia calificadora de riesgo Value and Risk, asegura que la región de Colombia que tiene una mayor concentración de estas entidades es Antioquia. De esta forma, del total de 186 cooperativas de ahorro y crédito que operan, 49 se encuentran en este departamento, lo que supone 26,3%. Por detrás, se encuentra Bogotá con 37, Santander que cuenta con 23 y el Valle que tiene 19. Al mismo tiempo, regiones como Bolívar, Atlántico, Putumayo, Casanare, Nariño o La Guajira, donde se pueden encontrar el menor número, ya que actualmente solo hay una firma.


Las opiniones

Clemencia Dupont
Presidente ejecutivo de Confecoop

“Hay que quitar el mito de que los recursos de las cooperativas no están seguros, ya que en caso de quiebra, Fogacoop responde por ese capital de igual forma que Fogafin”.


Alfredo Barragán
Especialista en banca de la Universidad de los Andes

“Los que más se pueden beneficiar de los servicios de las cooperativas son los independientes que se afilian y los que toman créditos de libranzas”.

Rubén López Pérez

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Tomado de: larepublica.co