¿Hay discriminación, entonces, dependiendo de la institución en la que se estudió?

 

Juan David Tous, directivo del grupo Manpower, que hace intermediación laboral para las empresas, admite que puede darse, pero en porcentajes muy bajos. En las encuestas que su entidad realiza entre los empresarios, a la pregunta si les interesa la procedencia del aspirante, en el 92% de los procesos el detalle les es indiferente y que solo el 2,5% manifiesta buscar egresados de universidades públicas y el 1,3 de privadas.

 

Pero hay otros factores que pesan: “Uno es el reputacional, tiene que ver con lo forma como se generaliza a la gente”.

 

Tous aclara que trátese de una universidad pública o privada, nueva o con trayectoria, la exigencia es la misma: hay que desarrollar competencias para investigar, tener métodos para trabajar, habilidades.

 

“En universidades con carreras muy recientes, las promociones tardan en demostrar sus competencias”, pero una vez se posicionan compiten igual, conceptúa Tous.

 

Estudio del Ministerio

La discriminación también se da en la definición de los salarios. Un estudio del Ministerio de Educación de 2013 revela que los más altos están entre $4,3 millones con título universitario y $6,3 millones con especialización. Los más altos los ganan los egresados del Colegio de Estudios Superiores -Cesa-, luego los de la Universidad de los Andes (entre $3,4 millones y $5,7 millones con postgrado). Y siguen La Sabana, el Colegio de Nuestra Señora del Rosario, la Externado de Colombia, Eafit, la EAN, Icesi y la UPB.

 

La segunda de las universidades públicas, que en general ganan menos según el Ministerio, es la de Antioquia.

 

Álvaro Cadavid, que dirige el programa de Graduados del Alma Máter, siente que hay poca rigurosidad científica en el estudio del Ministerio. Pero admite que la discriminación se da en todo nivel: edad, raza o apariencia. Aunque el problema básico en empleo -dice- es el acceso a la información. A los egresados de estratos más bajos se les dificulta más competir.

 

“Falta democratización de las fuentes de empleo, la información les llega más a los estratos altos”, sostiene.

 

Afirma que hay preferencias por competencias y por áreas: los médicos de ciertas universidades son más apetecidos, igual ingenieros o abogados.

 

Tous y Cadavid recalcan que también se elige por colegaje: un egresado de una universidad prefiere elegir a los de su misma institución.

 

En la Alcaldía, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico, se promueve una política de empleo enfocada a que accedan a los puestos las personas más competentes.

 

El titular de la dependencia, Tomás Cipriano Mejía, explica que la estrategia es visibilizar la mayor cantidad de vacantes en el sector privado y el mayor número de hojas de vida para construir perfiles que encajen.

 

“Con la estrategia detectamos lo que pasa con personas que se presentan a muchos procesos y no son seleccionadas por múltiples factores”.

 

Si la vinculación no se da por falta de determinada habilidad, “intervenimos con formación para el trabajo”.¿QUÉ SIGUE?

 

INGRESAR A LA REC DE EMPLEO AYUDA

 

La Alcaldía de Medellín también maneja el portal redempleo.gov.co, en la cual los interesados pueden acceder a información sobre las vacantes y también anexar sus hojas de vida para competir por los puestos.

 

Según Tomás Cipriano Mejía, secretario de Desarrollo Económico, con la política de empleo de la Alcaldía se han logrado vincular 500 personas y se han registrado más de 15.000 vacantes desde mayo de 2013, cuando empezó a funcionar el programa. El funcionario resalta la transparencia de los procesos.

Tmado de: https://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/L/la_u_otro_foco_de_discriminacion_laboral/la_u_otro_foco_de_discriminacion_laboral.asp