Los plazos para que las empresas del país empiecen a aplicar en sus sistemas contables y financieros las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) se acortan y, en la mayoría de los casos, a las firmas locales les está cogiendo la noche.

Ajustarse a la normatividad internacional tiene ventajas, pero no ha resultado un proceso sencillo en las compañías. ¿Por qué? Primero, genera un costo adicional, pues al tratarse de un lenguaje especializado, que no todos los empleados manejan, obliga a contratar servicios de consultoría que no son económicos.

En segundo lugar, al obligar al cambio de las políticas y prácticas contables, la adecuación de sistemas de información implica capacitación de los equipos de trabajo y se debe asumir el costo de esas actividades.

Gerardo Santos, director del programa de Contaduría Pública de la Universidad de La Salle, dice que “también hay cierta prevención sobre los impactos de la implementación de estándares, porque los resultados financieros se van a ver alterados y eso genera expectativa de cómo el mercado recibirá esas nuevas condiciones de la empresa”.

Sin embargo, el analista explica que el principal cuello de botella que encuentran las compañías es el hecho de tener que llevar una doble contabilidad durante el proceso de ajuste.

Al respecto, Benjamín Huertas, director Health and Life Solutions, de Digital Ware, una empresa que diseña y provee el software para implantar estas normas en el sector salud, dice que llevar dos contabilidades, la de la Dian y la de las normas internacionales, requiere o de una herramienta tecnológica o del personal idóneo. “Si no se cuenta con el software, es un proceso administrativo complejo, por la capacitación y contratación de personal paralelo”, dice.

POCO TIEMPO

En el año 2009, la Ley 1314 estableció que Colombia haría la convergencia hacia estándares internacionales de información financiera. Sin embargo, esta ley solo empezó a reglamentarse hasta el año 2012.

“Ya están muy cortos los plazos y las empresas creyeron que no iba a ser inmediato y solo están haciendo los ajustes desde cuando salieron los decretos y se fijaron los plazos.Hoy están corriendo con la fase de capacitación”, agrega Huertas.

Recientemente, un ejercicio de simulacro hecho por la Superintendencia de Sociedades, que les solicitó información a las empresas, evidenció que se debe trabajar en un acompañamiento más cercano para que no se incumpla la norma.

Jorge Múnera, socio de Auditoría de Deloitte, afirma que, en general, las empresas del grupo 1 ya tienen resultados preliminares, mientras que las del grupo 2, “una parte importante no lo tiene ni como proyecto”. Por lo anterior, Múnera considera que el principal problema “es el tema de concientización en la alta gerencia y dueños de las empresas, de que las leyes NIIF no tienen reversa y por lo tanto, se debe iniciar rápido para tener un proyecto adecuado a las circunstancias de cada sector”.

Como se dijo, los plazos se agotan y, quienes incumplan la aplicación, serán sancionados, aunque ese marco aún no se ha regulado. Ante esta situación, los analistas consultados tampoco descartan que más adelante el Gobierno amplíe los plazos.

Lo cierto es que unificar la información contable a nivel nacional e internacional es benéfico, sobre todo para las empresas exportadoras, pues les permite agilizar la dinámica de sus negocios. Por esa razón, la preocupación de que no se están cumpliendo los plazos y que el tiempo se acorte es latente.

GRUPOS Y PLAZOS EMPRESARIALES

Para este proceso, las empresas fueron clasificadas en tres grupos, cada uno con un cronograma de aplicación.
Los grupos 1 y 3 debieron comenzar la preparación hacia las NIIF desde el primero de enero del 2013, año durante el cual debieron hacer el alistamiento frente al proceso de conversión de sus estados financieros.

Para el 2014, estas entidades deben generar su balance de apertura bajo el nuevo estándar internacional, aunque estando aún obligadas a usar, de forma paralela, los principios de contabilidad colombianos.

Durante este año, las empresas que se clasifiquen en el grupo 2 tienen su fase de preparación obligatoria, el 2015 será su año de transición y a partir del primero de enero del 2016, se iniciará la aplicación exclusiva de las NIIF.

El grupo 1 son empresas transnacionales, emisores de valores, con activos superiores a los 30 mil salarios mínimos y un personal superior a 200 trabajadores. El grupo 2 son empresas con activos entre 500 y 30 mil salarios mínimos, mientras que el grupo 3, lo integran personas naturales o microempresas con activos totales hasta por 500 salarios mínimos.

La norma establece un trato diferente para las microempresas, pues su contabilidad es distinta, y requieren un modelo particular sobre manejo de información contable claro y transparente que refleje la situación del negocio, pero con menos requerimientos.

Por otro lado, el sector público tiene una regulación especial, a cargo de la Contaduría General, que tiene la facultad de regular los sistemas de información de las empresas publicas.

Este proceso se ha venido aplicando desde el año 2005, ajustándose a los estándares mundiales, es decir, las Normas Internacionales de Contabilidad para el Sector Público (NICSP).

tomado de:https://www.portafolio.co/economia/normas-contabilidad-mundial