Por ejemplo, el ramo bancario ha señalado que el incremento del 50 por ciento en la tarifa del impuesto al patrimonio lo golpeará fuertemente. Como lo ha dicho el Ministro de Hacienda, en el caso de patrimonios líquidos superiores a los 8.000 millones de pesos, el gravamen sería del 2,25 por ciento, en contraste con el 1,5 por ciento actual.

Implícitamente, la fórmula atenta contra los esfuerzos de capitalización que han adelantado un buen número de compañías. Lejos de premiar la mayor solidez, el mecanismo acabaría golpeando a aquellas sociedades que han optado por ser más prudentes en cuestiones de apalancamiento de sus pasivos.

Tales señalamientos hacen pensar que el debate parlamentario será intenso. Debido a ello, no estaría de más que el Ejecutivo tenga opciones en mente, diferentes a las ya mencionadas.

Una que es obvia es dotar a la administración de mayores herramientas en la lucha contra la evasión. De acuerdo con un estudio reciente de la Corporación Andina de Fomento, en América Latina esta llega al 27 por ciento para el IVA y al 50 por ciento para el impuesto sobre la renta. En contraste, en Estados Unidos esta última proporción sería del 16 por ciento.

Según la misma entidad, un experimento realizado en la localidad venezolana de Sucre demostró que el recaudo aumenta cuando suben los controles y se aplican medidas de corte punitivo. Puesto de otra manera, la Dian podría hacer más, si puede apretar tuercas.


Ricardo Ávila Pinto
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Tomado de: https://www.portafolio.co/opinion/analisis-reforma-tributaria-septiembre-2014