Hay quienes dicen que prefieren la reforma tributaria actual y no que se haga una estructural; ¿usted cómo ve ese tema y qué debería contemplar una reforma estructural?

“A mí me parece que el país sí requiere una reforma estructural, pero no ahora para tapar un hueco, no, la requiere desde hace muchos años y se ha intentado hacer pero finalmente los procesos de aprobación no se han dado.

Se requiere una reforma estructural, debido a que la estructura tributaria, tiene que promover la eficiencia y la equidad; en Colombia la estructura esta muy perforada, tiene muchas exenciones, responde a muchos intereses de sectores, entonces los impuestos terminan siendo pagados por un grupo relativamente pequeño de contribuyentes, eso hay que reformarlo”.

¿A qué se debe apuntar?

“Uno podría pensar que si logra suprimir las exenciones puede bajar la tasa, porque aumenta la base tributaria, y más bien, con los recaudos mayores que con seguridad va a haber, el Gobierno nacional con políticas muy bien estructuradas puede compensar a los más pobres, que necesitan un apoyo del Gobierno”.

¿Estamos cerca de un IVA del 18%, por ejemplo?

“Esa podría ser una alternativa y me parece que es una alternativa que vale la pena estudiar, yo considero que es más oportuno pensar en tocar el IVA que en mantener los impuestos a las transacciones financieras o mantener el impuesto al patrimonio. Ahora, tocar el IVA es muy sensible políticamente, pero vuelvo y digo: si se hace una cosa bien estructurada, uno puede aumentar la base, es decir, que el IVA se generalice, sin aumentar la tasa, que sea un IVA plano, y por otro lado compensar a las personas que más lo necesitan”.

¿Y el impuesto a los dividendos debería estar dentro de esa reforma estructural?

“Yo creo que ese también es un tema que se tendría que analizar dentro de una reforma estructural, con la idea de que los impuestos no deben alterar el capital productivo y el patrimonio, sino más bien gravar los ingresos y, los dividendos son parte de eso; ahora, dónde se gravan los dividendos es un tema de análisis de la Misión que han designado para tal fin, pero ese sí es un tema que se debe considerar dentro de una reforma estructural”.

Usted ha manifestado que el barril del petróleo volverá a estar en uno o dos años a 70 u 80 dólares; ¿cuáles son los aspectos que permiten hacer esa proyección?

“Realmente eso es una hipótesis, basada en lo que dicen muchos analistas y conocedores del tema del petróleo; fíjese que el precio bajó a 47 dólares, el WTI, y no siguió bajando. La razón es porque la oferta no continuó aumentando contra una demanda que era débil, porque la recesión mundial debilitó la demanda”.

Y eso tiene otros efectos

“La misma reducción de los precios del petróleo pues puede reactivar muchas economías que no son exportadoras sino importadoras de petróleo, entonces los beneficia, lo cual puede aumentar otra vez la demanda y eso compensa un poco el mercado de petróleo y puede hacer que los precios suban. De hecho, la baja en los precios del petróleo llevó a que las empresas petroleras redujeran sus planes de inversión, eso quiere decir que tampoco la producción hacia el futuro pues va a seguir aumentando a la velocidad que venía aumentando”.

Además de más impuestos, ¿cómo solventar la reducción de ingresos a la Nación por la caída del petróleo?

“La economía colombiana no se ha logrado diversificar suficientemente, de tal manera que la dependencia con respecto al petróleo llegó a ser muy grande; por ejemplo en exportaciones, por supuesto en inversión extranjera. Si la economía colombiana se hubiera logrado diversificar en los años pasados pues hoy tendríamos otros sectores que suplirían.

Yo sin embargo creo que, el período de revaluación que fue tan duro para muchas empresas, sirvió a la vez para fortalecerlas. Fueron empresas que mejoraron su eficiencia y que hoy con la devaluación del peso pues pueden entrar a cosechar todo ese esfuerzo, es decir, van aumentar sus exportaciones. Obviamente pues suponiendo que la demanda internacional pues también mejore”.

Pero los importadores ya están sintiendo esa tasa de cambio, que hoy ya supera los 2500 pesos; ¿en qué momento piensa intervenir el Banco de la República?

“No, la estrategia cambiaria que el Banco de la República adoptada desde hace ya 15 años, es la estrategia de flotación cambiaria; el Banco no interviene para mantener o buscar un nivel de tasa de cambio.

El Banco interviene para cortar la volatilidad, cuando la tasa está siendo muy volátil se interviene para acumular reservas; esa es una necesidad de los países sobre todo en ciertas circunstancias, el Banco ya dejó de acumular reservas desde diciembre y la idea es que la tasa de cambio flote. Si la volatilidad aumenta mucho puede haber algún tipo de intervención, pero no con el propósito de mantener una determinada tasa de cambio”.

Usted es pereirano y Pereira está un proceso interesante: buscar su próximo administrador, ¿qué opina?

“Aquí hay gente muy buena, la selección de candidatos es una cosa que corresponde a la sociedad, a los partidos, seleccionar candidatos realmente que den garantía de transparencia, den garantía de que el bien colectivo va a primar sobre el bien particular. Yo creo que Pereira tienen personas muy valiosas que pueden legítimamente ser buenos administradores; todo está en que la ciudadanía este muy consciente de que si quieren una mejor Pereira, un paso fundamental es elegir un buen Alcalde”.

Tomado de: https://www.eluniversal.com.co/economica/codirector-del-banco-de-la-republica-habla-sobre-reforma-tributaria-estructural-186357