“Estás despedido”. Escuchar esta frase es hoy mucho más habitual que hace unos años, y aun así sigue dejando helado a quien la recibe. Sobre todo porque ahora es muy complicado volver al mercado laboral. Y aunque nadie cuenta con la fórmula secreta que garantiza un nuevo empleo, existen ciertos pasos que hay que dar para que ese proceso no se convierta en una travesía por el desierto:

 

– Asumir la noticia es el primer trago que tendrá que pasar un profesional. Carmen Sebrango, directora de outplacement de Randstad, cree que lo mejor, en este caso, es hablar de lo que le ha pasado con su entorno. Esa conversación que mantengas con tus ya excompañeros no debería estar sujeta a consideraciones emocionales porque “nada de lo que digas o hagas ya va a cambiar una decisión tomada”, recomienda Trinidad Vega, responsable de proyectos de recolocación de MOA BPI Group.

 

Además, tu estado de ánimo también determinará las decisiones que tomes respecto a las condiciones que te ofrecen en el despido:los motivos, el finiquito y la liquidación.

 

La entrevista de salida es muy importante. “No debes reaccionar con insultos ni comentarios negativos; hay que ser siempre correcto. En el fondo, se trata de mantener la compostura porque nunca se sabe si esa empresa tendrá que redactar alguna referencia en un futuro”, indica Sebrango.

 

– Ir acompañado es una buena opción ante esta situación. Vega recuerda que en un mercado laboral tan competitivo y de difícil acceso como el actual, “afrontar solo la búsqueda de un nuevo empleo se convierte en una tarea ardua y muy complicada, por lo que lo ideal es estar acompañado de un profesional que te asesore, oriente y guíe”.

 

Para esta labor puedes optar por una amplia lista de actores: los servicios públicos de empleo; los centros integrales de empleo; las bolsas o agencias de trabajo dependientes de los ayuntamientos y de las comunidades autónomas; los colegios profesionales; las asociaciones empresariales;las fundaciones; las agencias de colocación; las cámaras de comercio y las escuelas de negocio.

 

– Desarrollar un plan de búsqueda. Ese será el tercer paso a dar. Con o sin compañía, deberás tener claro cuál es tu objetivo profesional futuro e identificar las alternativas dentro del actual contexto.

 

– Elabora un currículo. Aunque parece de perogrullo, no son pocos los que, tras perder un empleo, se dan cuenta de que no saben redactar un buen currículo (CV), adaptado a cada oferta y empresa a la que se pretenda optar. No sólo eso.

 

Los contenidos deben reflejar fielmente los talentos y habilidades que eres capaz de ofrecer en el nuevo puesto porque ahora son cada vez más los seleccionadores que evalúan con mayor detalle a la persona y no tanto a su trayectoria. La directora de outplacement de Randstad advierte de que “no hay que mandar el currículo a cualquier parte. Menos aún si no se ha trabajado bien, porque sólo servirá para quemar oportunidades”.

 

– Mantenerse activo es un consejo que dan todos los expertos. Sebrango asegura que es muy importante conservar las rutinas y actividades que se realizaban cuando aún conservabas el trabajo porque “ayuda a preservar la autoestima y a convencerse de que esta situación va a ser temporal”.

 

– Hacer networking es esencial. Pero no de cualquier forma. Los expertos aconsejan recopilar todos los contactos, tomarse un tiempo de reflexión y comenzar a usarlos de una manera ordenada. Además, nunca hay que hablar mal de la antigua empresa, ni siquiera entre tus círculos.

 

– El buen uso de las redes sociales también es importante. La responsable de proyectos de recolocación de MOA BPI Group señala que lo primero que hay que hacer a este respecto es decidir qué queremos conseguir con la utilización del entorno 2.0; identificar los contactos a los que nos vamos a dirigir; y definir lo que queremos comunicar. Vega también recuerda que aunque se establezcan contactos nuevos, siempre hay que mantener aquellos que ya se tenían.

 

Aunque estas parezcan unas recomendaciones bastante básicas, no lo son tanto. A pesar del tiempo que nos pasamos navegando por las redes sociales, apenas sabemos cómo manejarlas en el plano laboral. Sebrango cree que es un error, por ejemplo, comenzar a utilizar de manera excesiva páginas como LinkedIn cuando te han despedido, cuando, nunca has tomado en consideración esta alternativa.

 

Y desde el punto de vista legal…

 

Gloria Villar, asociada sénior del área legal de Mercer, recomienda pedir un borrador de la carta de despido para mirar con tranquilidad los motivos del cese antes de firmar ‘conforme’. Recuerda que tienes 20 días hábiles para reclamar, por lo que no puedes perder el tiempo.

 

Para solicitar la prestación por desempleo tienes 15 días (cuentan los sábados). Pero si has reclamado tu despido este plazo comenzará a contar a partir del día de la sentencia o del acuerdo.

 

Aunque el Servicio Público de Empleo cuenta con un sistema telemático, Montse Rodríguez, directora legal nacional de asesoramiento laboral de BDO, aconseja acudir a la oficina que te toque para no perder ningún día y llevar DNI original y fotocopia, las tres últimas nóminas, la carta de despido y el certificado de empresa.

 

Tomado de: https://www.larepublica.co/c%C3%B3mo-afrontar-un-despido-y-volver-trabajar_110321