Este incremento se traduce en que, para el estrato 4, el precio del metro cuadrado pasó de $14.128 en 2011 a $15.100 en 2012, mientras que en el estrato 5, pasó de $16.106 a un promedio de $17.315 en el mismo periodo.

Pese a que el sector vive un buen momento gracias a la demanda de inmuebles bajo arriendo, preocupa que la tendencia que pueda seguir para 2013.

Esto se debe a que, con el inicio del segundo debate de la reforma tributaria el pasado martes, se mantuvo la preocupación de las inmobiliarias sobre la propuesta de aumentar el IVA a los arriendos comerciales de 10% a 16%.

Es importante tener en cuenta estas cifras ya que, como explicó la presidenta de Unifianza, Clemencia Parra, Colombia es una de las naciones con mayor dinámica de arriendo en la región. Por ejemplo, en el caso de las viviendas, el país ocupa el primer lugar en América Latina, con una tenencia del 38% de los arriendos destinados a este sector.

Sumado al escenario de viviendas, “las bodegas, oficinas, y locales comerciales, también están viviendo un buen momento”, sobretodo gracias a la demanda de nuevas empresas que están llegando al país y el desarrollo de centros empresariales o comerciales, afirmó la ejecutiva.

Parte de esta importante participación en los arriendos podría explicarse por el fenómeno de reducción del desarrollo de construcciones en la capital del país, que se debe a diferentes factores manifestados por los empresario, entre ellos, la política de la Alcaldía de no vender agua en bloque a las firmas constructoras y sus proyectos.

Otra afectación tiene que ver con la escasez de terrenos en la capital, lo que ha producido un encarecimiento en el metro cuadrado y, con ello, en los productos finales. Como complemento, la disminución de licencias para construcción, tampoco incentiva a los empresarios del sector para iniciar proyectos en la capital.

Para Alejandro Castañeda, presidente de la Inmobiliaria Cobrac’s, con el anuncio del alcalde Gustavo Petro de aumentar el impuesto predial, “se desestimuló la inversión en finca raíz, así que puede haber una reducción para el desarrollo del sector.

Por todo esto, el interés por construir ha bajado, dejando en ventaja la opción de tomar los inmuebles en arriendo.

Pese a esto, asegura Parra, si la propuesta de la reforma llega a aprobarse, puede haber un impacto negativo en el sector y, con el tiempo, estancar el crecimiento de la demanda.

Evasión de los impuestos

La disminución de la actividad de arriendo no sería la única consecuencia del aumento al IVA. Así como en ocasiones pasada lo ha manifestado la presidenta de Fedelonjas, Nadia Morales Hoyos, la ejecutiva de Unifianza también cree que la reforma generará una mayor evasión en el pago de impuestos.

La ilegalidad podría generarse mediante la creación de contratos entre particulares, sin reportarlos formalmente ante los administradores de finca raíz. Con ello, también se aumentarían los niveles de inseguridad para la prestación de servicios y la garantía del cumplimiento de los contratos pactados.

Bajo este escenario, preocupa el futuro de ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, en donde se da una mayor dinámica de contratos de arriendo.

Afianzamiento, una modalidad que viene en aumento

Gracias a los niveles de arriendo que presenta el país, las firmas inmobiliarias han optado por trabajar de la mano con afianzadoras que, en otras palabras, sirven de fianza para garantizar el cumplimiento de contratos y suplirlos en caso de que no se cumplan los términos. Dentro de este escenario está Unifianza S.A., que durante el último año tuvo un crecimiento cercano a 35% y proyectó sus actividades a Medellín y Barranquilla, en donde dio inicio a sus operaciones con la apertura de oficinas en septiembre. La decisión se tomó luego de que la empresa desarrollara otro estudio sobre la dinámica de la nueva vivienda, que movió $14,5 billones en los últimos 12 meses. “En estas ciudades, la dinámica de la construcción está teniendo un importante auge”, sostuvo Parra.

Tomado de: Larepublica.com.co