Con sombreros vueltiaos o escuchando el himno nacional, decenas de extranjeros celebraron la obtención exprés de la ciudadanía colombiana, que se les empezó a conceder a partir del 2006.

 

Convertirse en colombianos, en un trámite de menos de seis meses (y no en cinco años, como era antes), los empezó a librar de las restricciones laborales que rigen para extranjeros y de largos trámites migratorios. Pero desde el año pasado, algunos empezaron a devolver el pasaporte vino tinto y a tomar otras medidas en torno a sus patrimonios.

 

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Una parte alistó maletas poco después de que sus empresas –Bayer, Mondelez, Grupo Sanford, SAB Miller, entre otras– decidieron establecerse en países como México, Guatemala y Estados Unidos, en donde ahora resultan más rentables sus negocios debido a ventajas tributarias y arancelarias.

 

Pero otro grupo de inversionistas y empresarios se va porque no quiere pagar los impuestos que los empezaron a afectar tras las dos últimas reformas tributarias.

 

Según la Cancillería, desde el 2000 hasta la fecha se han naturalizado 1.840 extranjeros. Y desde el 2014 y lo corrido del 2015 han renunciado a la ciudadanía 1.150 personas, entre extranjeros y nacionales. Fuentes oficiales aseguraron que cerca de 700 son extranjeros y que, aunque algunos colombianos renuncian a su ciudadanía porque en los países donde viven no les permiten la doble nacionalidad, la carga impositiva también ha pesado a la hora de irse y de mover sus capitales.

 

¿Ajuste o apretón?

 

La razón: antes del 2012, solo se consideraban residentes tributarios a quienes pasaran más de 183 días en el país. Sin embargo, esas condiciones se ampliaron y, ahora, decenas de ciudadanos por adopción terminaron incluidos en el reducido grupo de colombianos que pagan impuestos.

 

La Ley 1607 del 2012 y la 1739 del 2014 estipulan que también se consideran residentes tributarios quienes tengan hijos menores viviendo en Colombia. Además, quienes administren en el país el 50 por ciento o más de sus bienes u obtengan el 50 por ciento o más de sus ingresos de una fuente nacional.

 

La norma también advierte que deben pagar impuestos quienes posean el 50 por ciento o más de sus activos en el paísy quienes tengan cónyuge o compañero permanente (no separados legalmente) con residencia fiscal en Colombia. En ese grupo clasifican desde acaudalados colombianos que viven en Miami, pero tienen sus empresas en el Valle o en Antioquia, hasta directivos y dueños de empresas, colombianos por adopción. (Lea también: Cada día, 1.031 estadounidenses llegan al país)

 

Y hay otro grupo que fue incluido: quienes tienen residencia fiscal en los llamados paraísos fiscales.

 

“Ahora, todos ellos deben pagar desde el impuesto de renta y complementarios hasta el de patrimonio y renta presuntiva. Sin duda, eso está espantando a inversionistas”, le aseguró a EL TIEMPO un tributarista que asesora a varios extranjeros.

 

Y agregó que la Dian se debería concentrar en recaudar los 53 billones de pesos que se evaden o que entran por contrabando y no en perseguir a extranjeros nacionalizados, cuyos patrimonios están atados a empresas que quedaron tributariamente sobrecargadas.

 

Empresas, ahorcadas

 

“Efectivamente, tenemos información de que hay extranjeros y nacionales que están considerando renunciar a su ciudadanía o a la residencia por las nuevas reglas tributarias, entre otras razones”, dijo Alfredo Lewin, reputado abogado tributarista y miembro de la Comisión de Reforma Tributaria conformada por el Gobierno para combatir la evasión y buscar equidad y eficiencia en el sistema fiscal.

 

Pero Lewin explicó que, con los ajustes hechos en las dos últimas reformas tributarias, Colombia tan solo siguió la tendencia de otros países que vienen implementando normas más rígidas en términos de residencia, domicilio y ciudadanía.

 

“Se podría decir que antes había normas más permisivas. Contrario a lo que pasa con las empresas, cuyos impuestos han aumentado, en el caso de las personas naturales, los tributos en Colombia siguen siendo bajos comparados con otros países, incluso latinoamericanos”, señaló Lewin.

 

Un indicador clave es que, según la comisión de expertos, del total de impuestos directos recaudados en el 2014, el 80 por ciento lo pagaron las empresas y el 14 por ciento, las personas.

 

En efecto, según el Banco Mundial, en Colombia una empresa paga una tasa del 75,4 por ciento sobre su utilidad neta. Un porcentaje alto comparado con el promedio de la región: 48,3 por ciento. En los países industrializados alcanza el 41,3.

 

Al respecto, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aseguró que no ha oído sobre el tema de la devolución de pasaportes.

 

“Las personas naturales pagan mucho menos en Colombia que en otros países. Ese es uno de los problemas que tenemos”, dijo Cárdenas.

 

Y el exdirector de la Dian Juan Ricardo Ortega tiene un diagnóstico similar. “En Colombia hay gente alérgica a pagar tributos. Aunque tienen bienes y empresas en el país, que aprovechan la infraestructura, redes eléctricas, carreteras y demás ventajas, ponen sus lujosas casas a nombre de fundaciones en Panamá o en Islas Vírgenes Británicas”, advirtió.

 

Y agregó que si bien la industrialización del país se les debe a algunos de los empresarios que están incómodos por los ajustes en los impuestos, también es cierto que un puñado aplica agresivos planes para bajar sus ingresos.

 

Finalmente, el director de la Dian, Santiago Rojas, señaló que se está trabajando en reforzar las medidas de recaudo para contrarrestar los altos índices de evasión, pero coincidió en que las personas naturales siguen pagando poco (ver recuadro).

 

De hecho, la comisión de expertos –tras una comparación internacional sobre el recaudo– ya anunció que considera la posibilidad de revisar los impuestos a empresas que quedaron sobrecargadas y ajustar los impuestos de las personas naturales.

 

‘No ha bajado el recaudo’: Dian

 

El director de la Dian, Santiago Rojas, le dijo a EL TIEMPO que su oficina desconoce casos puntuales en los que extranjeros hayan devuelto su pasaporte por la carga impositiva. Y Rojas aseguró que, comparativamente con otros países, Colombia no está por encima del promedio de la carga tributaria para personas naturales. No obstante, reconoció que para las empresas hay una carga impositiva alta y por eso se están haciendo todos los análisis para poder establecer una tasa de tributación adecuada.

 

Sin embargo, el funcionario aseguró que esto no ha afectado el recaudo. “Le puedo decir que vamos bien: se está cumpliendo con la meta prevista para este año. En agosto, el recaudo creció 7,2 por ciento frente al 2014. No se ha sentido una disminución, salvo en el del impuesto de renta, en el que hay una reducción del 16 por ciento, vinculado a la disminución del pago de este tributo por parte de empresas del sector petrolero, pero la compensación la puso el Cree y la retefuente”. Finalmente, en respuesta a los críticos, Rojas señaló que sí se están tomando diversas medidas para controlar la evasión y el contrabando: “Ya se expidió la Ley Anticontrabando, que, pese al poco tiempo que lleva, ya ha permitido la captura de alrededor de 90 personas pertenecientes a redes de contrabandistas. Se han aprehendido cerca de 70 vehículos dedicados al contrabando y mercancías cercanas a 40.000 millones de pesos”.

 

“En materia de evasión, hemos garantizado que en este año la Dian va a generar 5 billones de pesos con su plan antievasión”, puntualizó.

 

Y recordó que el impuesto a la riqueza, que tanto preocupa, termina en el 2017 para personas jurídicas y para personas naturales, en el 2018.

 

Tomado de: https://www.eltiempo.com/politica/justicia/extranjeros-renuncian-a-nacionalidad-colombiana-por-carga-tributaria/16331656