Parece evidente que cultivar una actividad en el entorno dospuntocero resulta crucial para buscar empleo, y que el rastreo de esta vida personal y profesional en LinkedIn, Twitter o Facebook forma parte del proceso habitual de selección por parte de empresas y reclutadores.

José Medina, presidente de Odgers Berndtson, considera que las redes sociales están cambiando la forma de contratar, y recuerda que a niveles técnicos y de middle management las propias empresas buscan ellas mismas los contactos con personas que realizan las búsquedas y que contactan con los posibles candidatos a través de las redes. Un reciente informe de Adecco sobre redes sociales y mercado de trabajo concluye que seis de cada diez empresas utiliza este medio para reclutar talento, y que 64% de los profesionales de recursos humanos considera que un candidato activo en redes sociales tiene más oportunidades laborales.

La cuestión es si este cambio en la forma de contratar es tan determinante como parece, y si las consecuencias son tan claras para los candidatos y para su futuro profesional ¿Tiene sentido exigir esta presencia y actividad en los medios sociales cuando el porcentaje de directivos de compañías a los que parece importar este mundo dospuntocero es todavía muy reducido?

Juan Díaz-Andreu, head of Technology and education practices de Talengo, cree que “es indudable que las redes sociales están afectando la forma de contratar, pues aportan mayor transparencia en el acceso a la información , y permiten acceder a los profesionales de forma más rápida y directa. Asimismo, las empresas pueden transmitir información sobre sus actividades, cultura corporativa e intereses de una forma más eficiente”.

Carlos Gómez-Arnau, responsable de Futurestep en España, explica que “a un nivel de mando intermedio técnico es indispensable estar en las redes sociales si se quiere acceder a un nuevo paso profesional”. En referencia a las fuentes determinantes de reclutamiento, Gómez-Arnau recuerda que “las empresas, a la hora de reclutar, tenemos como prioridad número uno LinkedIn -hay que diferenciar redes sociales y profesionales-, y no estar en una red profesional implica no estar en el mercado de trabajo”.

No muestre solo su currículo
Desde el punto de vista de quien busca empleo, Andrés Pérez Ortega, consultor en posicionamiento personal, opina que internet y las redes sociales podrían ser un buen escaparate si se utilizasen como tal. “A diferencia del currículo tradicional, te permiten mostrar, demostrar y explicar tus cualidades, logros y trabajos de una manera mucho más explícita y creíble. El problema es que, en lugar de utilizarlas como un restaurante japonés en el que la gente puede ver cómo trabajas, las usan como una revista del corazón en la que se habla de muchas cuestiones personales, se dan opiniones sobre todo lo divino y lo humano, pero muy pocos las utilizan como una plataforma de demostración de sus competencias profesionales. Hemos pasado de enviar 200 currículos a estar 200 horas en las redes, retuiteando lo que dicen otros”.

tomado de:https://www.larepublica.co/la-tecnolog%C3%ADa-y-las-redes-sociales-cambiaron-la-forma-de-contratar-en-las-empresas_210651