(Portafolio) Tope a las exenciones tributarias, gravamen directo a las cesantías y nuevos cálculos para la retención en la fuente, entre las causas.

Los cambios hechos en la reforma tributaria de 2016 generaron un fuerte impacto a más de un contribuyente, a la hora de declarar y pagar la renta correspondiente a la vigencia 2017.

El tope a las exenciones tributarias, el gravamen directo a las cesantías, los nuevos cálculos para la retención en la fuente y el estreno del Sistema de Renta Cedular, son las cuatro variables que explican los aumentos que por estos días están sintiendo los contribuyentes y que, en algunos casos, pueden superar incluso el 100%.

ADIÓS A LAS EXENCIONES

Un estudio hecho por el Grupo de Estudios Fiscales y Equidad de la Universidad Nacional y la Red de Justicia Tributaria encontró que “el aspecto que más golpea a los trabajadores es que la reforma limitó al 40% el tope máximo que pueden descontar o deducir de su impuesto o que estaba exento por corresponder a ingresos destinados a personas a cargo, intereses por pago de vivienda, aportes a salud y pensión, entre otros. Ese tope antes no existía”.

De hecho, justo antes de empezarse a vencer los plazos de declaraciones de renta, la directora de gestión de ingresos de la Dian, Cecilia Rico, le aseguró a Portafolio que uno de los grandes cambios para este año fue que “la norma fijó un límite en el caso de la renta de trabajo, las sumas de las rentas exentas y deducciones, no puede exceder el 40%”.

Incluso, como la nueva norma estableció los cinco tipos de cédulas para declarar hay algunas, como la de capital (que incluye por ejemplo lo que se recibe por un arriendo) en la que las exenciones no pueden ser de más de 10%, lo cual limita la cantidad de recursos que pueden ser solicitados para no pagar, situación que a partir de este año cambio totalmente.

A propósito de esto, Nicolás Carrero, director de la firma de abogados Carrero & Asociados, explicó que los topes van más allá de ese 40% y también aplican para cuando las personas perciben muchos recursos, caso en el cual tampoco pueden superar los $160 millones. Ambas cosas, agregó, le generó afectaciones altas a grupos poblaciones de toda clase: asalariados, militares rentistas de capital, e incluso a los profesores.

Sobre lo anterior, Ignacio Mantilla, exrector de la Universidad Nacional, indicó que el gremio de los maestros fue uno de los más impactados. “El impacto ha sido muy grande porque el salario de los profesores universitarios de instituciones públicas tenía un 50% exento por ser gastos de representación, sumado a otro 25% deducible para todos”. 

Y agregó que ahora como todo se limitó a 40%, el coletazo ha sido tal que el Fondo de Profesores de la Nacional anunciaron que abrieron una nueva línea de crédito para ayudarles a los profesores a pagar el impuesto”.

OTROS FACTORES

Pero esto no fue lo único. Carrero afirmó que hay otros tres aspectos que hicieron elevar los montos a pagar, y que llevarían a que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) logre un recaudo de $2 billones, una vez descontadas las retenciones en la fuente que mes a mes se practican, los saldos a favor que queden y los anticipos del impuesto pagados en el año anterior.

El primero tiene que ver con las cesantías: “A partir de la reforma tributaria del 2016 quedó establecido que estas se causarán cuando se consignen en los fondos de cesantías, y no como era antes, es decir, cuando se retiraban; ahora se tienen que declarar como un ingreso propio, a pesar de que no se retiren”, agregó el directivo.

El segundo es por cuenta de las retenciones en la fuente, que –vale recordar– son los pagos que mes a mes las empresas retienen de los salarios de los empleados y que van al pago de impuestos. A propósito, el director de la firma Carrero & Asociados explicó que hay dos sistemas para el anticipo de estos dineros, de los cuales puso en jaque a los asalariados.

“El segundo de estos métodos calcula las retenciones con los ingresos del año anterior, y con topes de años anteriores, pero en el caso de la declaración del 2017 se instauraron nuevas reglas de juego (tope de exenciones), con lo cual muchas firmas y empleados realizan retefuentes muy bajitas, que después tendrán que declarar y pagar en el formulario de renta”, explicó. De hecho, fue más allá e indicó que este sistema debería ser eliminado porque “es un engaño y crea problemas tributarios, y no permite que podamos declarar y pagar con las reglas de juego claras”.

Por último, el nuevo sistema cedular (ver recuadro) generó afectaciones para buena parte de los contribuyentes.

Un ejemplo claro es el de las personas que, además de ser empleadas, dictan clases o dan asesorías o consultorías, quienes ahora tienen que declarar dichos ingresos como un ítem diferente y, por ende, les aplica un tratamiento diferente al regular.

Otro caso es de los militares, magistrados, jueces, ya que “ellos tenían un sueldo básico exento y en condiciones normales ganaban su salario, pero no debían pagar nada; ahora el tope de 40% les aplica de la misma forma; solo los diplomáticos quedaron con esa ‘gabela’”, concluyó.

SISTEMA DE CINCO RENTAS

De trabajo: incluye salarios, comisiones, prestaciones sociales, viáticos, gastos de representación.

Pensiones: pensiones de jubilación, invalidez, vejez, de sobrevivientes y sobre riesgos laborales.

De capital: están acá, por ejemplo, los intereses, rendimientos financieros, arrendamientos, regalías y explotación de la propiedad intelectual.

No laborales: ventas en general, enajenación de activos con menos de 2 años de posesión. Honorarios percibidos por personas naturales que contraten dos o más trabajadores.

Dividendos y participaciones: tienen que ver con los que constituyen renta gravable en cabeza de los socios, accionistas, comuneros, asociados, suscriptores y similares.

Obtenido de: Portafolio